Suzuki Burgman 650 2013
El maxi-scooter de la marca japonesa consigue un nuevo look y disfruta de algunas mejoras técnicas. En espera a su sucesor.
La Suzuki Burgman 650 está celebrando sus once años de buen y leal servicio renovando su estética y aprovechando de algunas mejoras técnicas.
Lanzado en 2002, con el ABS añadido en 2004, este maxi-scooter ha sido un éxito para Suzuki, que ha exportado más de 83.000 unidades desde su lanzamiento. Sin embargo, sus ventas al exterior han bajado de 4640 en 2011 a 2707 el año pasado. Sin duda, frente a la poderosa T-Max, Honda SW-T600, mucho más barata, el potente Aprilia SRV 850, y a los recién llegados los dos de Alemania (a través de Taiwán), el BMW C 600 Sport y el C 650 GT , el Burgman necesitaba un lavado de cara.
Características del nuevo Suzuki Burgman 650
Es la parte de atrás que ha mejorado notablemente la evolución del Suzuki Burgman. Abandonó a su aspecto cubículo tan característico en favor de uno más severo y más a la moda, pero perjudico al tanque de combustible bajo el asiento, que perdió seis litros (50 contra 56 anteriormente). El silenciador se ha retocado, el tamaño de los lados se ha reducido. Los faros delanteros ahora son más anchos que usan luces LED. Las ruedas se pintaron de negro para darle un aspecto más deportivo. El tablero de instrumentos muestra ahora dos clásicos contador/tacómetro en vez de una instrumentación LCD que había vuelto anticuada.
A partir de 3 grados centígrados, una señal aparece, luces amarillas para advertir del riesgo de hielo. La empuñadura del freno de mano situada debajo del salpicadero, fue desplazada al lado izquierdo.
El chasis ha sido refinado a 25 mm. Su base y soporte de acero borrados. El motor también ha sufrido algunas modificaciones. La tensión de los anillos del pistón fue disminuida. El tamaño de los inyectores se ha reducido, el tiempo de encendido y la inyección crítica. Según el fabricante, estos cambios dan lugar a una disminución en el consumo de 15% (4,8 litros cada 100 km). Esta cifra es muy optimista, al menos en la ciudad, donde casi se han duplicado. Esto no es sorprendente dado el peso imponente de la Burgman 275 kg. Está disponible en 2 versiones: Guenine, con un precio de 9999 euros y Executive (10.899 euros), que tiene más de un asiento y puños calefactables, así como un protector contra salpicaduras.
Este lifting y estas mejoras no han renovado fundamentalmente el Burgman. En Suzuki, el plan de producción se estancó. Por lo tanto, se limita a mejorar los modelos existentes, o incluso resucitarlos, por lo que el 1000 V-Strom, que desapareció hace unos años en el catálogo, no debería aparecer también revisado y corregido. Afortunadamente, el Burgman nace y sigue mejorando sin rubor su nueva cara de maxi-scooters. En sus manillares, siempre se saborea su potente motor (55 CV), con una voz profunda y bien modulada, aunque discreta, apoyado por una transmisión impecable con un modo secuencial que siempre se preguntan qué es. Su manejo es fácil así como el frenado. La altura del asiento, relativamente bajo (755 mm, 760 para la versión Executive). Un detalle importante para un scooter grande, no vibra, porque su motor está montado sobre soportes de goma. La Burgman es también una máquina cómoda, al menos lo suficiente como para considerar dos fines de semana largos en la playa o la carretera de montaña incluido si es necesario.
